Hábitos de Riesgo

La mejor defensa de todas es el sentido común:

• No abrir correos electrónicos cuyo contenido sea extraño o raro,  o de procedencia dudosa.
• No aceptes ‘alegremente’ todas las ventanitas que te salgan navegando.
• Actualiza constantemente tu software. No ignores los avisos del sistema por muy molestas que sean y utiliza los parques de seguridad que publican.
• Usa contraseñas seguras: más de ocho caracteres e incluye alfanuméricos. Parece muy obvio pero la mayoría de la gente sigue usando datos personales y utiliza la misma para todo.
• Evita en la medida de lo posible las memorias USB. Los llamados ‘pinchos’ pueden contener malware capaz de infectar  nuestro equipo y enviar información clave a otro dispositivo.
• Usa antivirus y ‘cortafuegos’.
• No hagas click en todos los enlaces que encuentres. Escribe mejor  manualmente la dirección web a la que te remiten si tienes dudas.
• El wi-fi público puede darte más de una alegría en un momento dado, pero no lo uses para enviar datos personales como contraseñas o PIN, ni para conectarte al banco. Haz ese tipo de operaciones en tu casa o cuando estés conectada a una red de confianza.
• Cuando acabes una tarea cierra la sesión de usuario.
• Haz copias de seguridad. Nunca sabes lo que puede pasar, así es que en caso de pérdida de datos, te alegrará saber que los tienes alojados en otros sitio más seguro que tu propio equipo
• Copia de seguridad en la nueve.